"
Era de las que rompen los puentes con solo cruzarlos
".


26 de febrero de 2009

The end

Marcos se acercó a ella. Con los ojos ya llorosos, pues sabia ciencia cierta lo que iba a suceder. Hacia meses que lo sabía, pero él no quería terminar todo aquello. Fue bonito mientras duró, pensó irónicamente, pero él quería que aquello durara para siempre.
Neus le acarició la mejilla tiernamente, ella era la chica más cariñosa que conoció.

"Tarde o temprano iba a pasar, piensa que terminó como los cuentos" dijo ella
"Los cuentos suelen acabar con un final feliz"
"¿Y este no es el final más feliz que puedas imaginar?"

No discutió con ella, de todas formas sabía que iba a perder, siempre tan cabezota, siempre tan soñadora

"Escribirás sobre esto" dijo Marcos
"Claro, y pondré la imagen más bonita de nosotros con un The end"
"¿Por qué intentas hacer todas las cosas tan fáciles?"

Neus sonrió de nuevo, no quería hablar más, porque sabía que la iba a convencer de nuevo para que volviera con él, pero este era su final y aunque quisiera pintarlo de blanco y negro ella haría que su final fuera como en las películas
Sería un final triste aunque su cabeza lo negara
ella lo quería
él la amaba
ellos no se entendian

23 de febrero de 2009

Habitación de cristal

Es una buena pregunta, hasta tu cabeza hace un "click" al oírla, pero tú tienes una mejor respuesta, una que te deja con la cabeza bajada, por vergüenza a su contestación, porque es la contestación más estúpida de el mundo y por desgracia es verdad. Tú te quedas por unos minutos, intentándole echar las culpas a algo o alguien y darte cuenta de que nadie la tiene, ni siquiera esta vez no tienes tú la culpa, aunque eso te resulte muy extraño.

Sí, te gustaría ir a pasártelo bien hasta las tantas de la noche y acabar rendida en la cama o en cualquier banco de una plaza que se parezca a ella aunque al cabo de unas horas te despiertes con todos los huesos doloridos, pero por desgracia nadie te sigue el camino, te quedaste sola dentro de una habitación de cristal que te permite ver todo lo que hay ahí fuera pero no tocarlo, te pone el maldito paraiso delante de tus narices y tú no puedes ni siquiera suspirarlo.



Y le pides un pañuelo aunque tu tengas de sobra en el bolsillo,
una penosa excusa

17 de febrero de 2009

Largo día

Hoy no es un buen día aunque alguien lo quiera hacer parecer como que sí que lo es. A primera hora con prisas entro en el aseo y recuerdo que hoy es el día, ese que nos repitieron más de cuarenta veces que no se te olvide el dinero y que todavía no se lo he pedido a la hucha, es el día en que casi todas han venido con cuatro bases de maquillaje que se pueden pelar como si fueran cebollas.

Salgo a la calle, y hace mucho frío para mi gusto, mis manos se vuelven blancas, rojas y luego moradas. La cara es un poco payasa toda blanca y la nariz roja, al frío le gusta divertirse pintando personas a su gusto.

El que me robó mi libro se sienta delante mía, contándome el mismo cuento que los días anteriores, con las mismas pausas, con las mismas órdenes de silencio. Pero algo cambia, y plof! Todo se vuelve a ir a la mierda de nuevo, todo aquel montón de arena que tiene el niño como barrera para que el mar no destruya su castillo se deshace como un terrón de azúcar en un vaso de agua. Porque de repente una mirada dura más que de costumbre y intento sostenerla con todas mis fuerzas, pero siempre fui muy débil y termino bajando la mirada al suelo como si con eso satisfaciera su victoria.

Él continúa explicanto, tú hablas con el de al lado y yo pienso que cuanto tiempo vivo mintiéndome, ellos continuan en su mundo. El timbre suena, y te acercas, me cuantas una tontería que yo ni siquiera me he fijado si era verdad o es que en realidad hoy te a picado un bicho raro y te ha dado por querer hacerme feliz.

Miro el reloj, las nueve de la mañana del interminable día.

13 de febrero de 2009

Un mal momento

Y hoy en estos momentos que no te gustaría ver a nadie en la calle ni siquiera a ese que le tienes manía, te tienes que cruzar con toda la gente que conoces, con esa que siempre ves cuando estas jodida y no puedes devolverle la jugada con ese aire de superioridad. Todas van al unisono, caminan sincronizadas, moviendo las caderas de un lado al otro con chulería, pisando el suelo con unos tacones que dejan aturdidos a esos zapatitos que llevas tú.

Te sientes débil, o un poco más que eso, por que eso es lo que mejor se les dan, hacerte sentir minúsculos para ellas crecerse un poco más. Saludan, aunque tu hayas intentado esconderte detrás de una maceta que no cubre ni al niño de siete años que intenta hacer toques con el balón creyéndose una estrella, de esas que terminan en las portadas de los diarios por pillarlos con cocaína en casa.

Sonríes. Devuelves el saludo, y intentas ponerte detrás de ellas, es la mejor manera para que no empiecen a juzgarte y termine hoy tu autoestima por el suelo, todavía no quieres autodestruirte, hoy no es el día. Y una de ellas se gira, ella que todavía conserva una sonrisa sincera que le dura, y que que no se le apague(n). Levantas el brazo y haces un breve movimiento, por mucho que lo intentaras no podrias llegar a estar con ellas más de doce minutos, por que andan como pirañas intentando destruirse unas a otras hasta que la más fuerte sobreviva con varias heridas de guerra.

Continuas tu camino, con un insulto más asegurado que no has oído pero con ese intento de pensar que quizá hoy no todo a ido tan mal, que has sonreído hasta terminar con dolor de barriga y que te gusta cuando cuentan contigo aunque sólo sea para juntar varias manos y reír un rato. De repente cruza la esquina ese que ni siquiera conoces su nombre pero que te gusto su anécdota, vuestra anécdota, por que está segura de que su nombre bien que se lo aprendió, porque en un día más de diez veces que lo escuchó por "coincidencia"

12 de febrero de 2009

Te extraño

Yo, que quería no quererte y que creí que ya no te quería, se que a pasado mucho tiempo sin verte y entonces me acuerdo que tu eres ese soplo que a veces me envenena y otras me salva entre mi mar negro.

Y echo de menos tu sonrisa, y esa magia que me haces sentir la que pené que un día desapareció, porque sabes que mi magia desaparece a la velocidad de la luz. Escucho a los de al lado como hablan de ti, de tu falta, y yo se muy bien cuantos días hace que no veo esos gestos, esa forma de hablar, y ese estilo por hablar arrastrando las letras como si fueran pesas de cincuenta quilos cada una.

Que hoy te quiero, mañana un poco menos y al día siguiente me da por intentar darte celos... Tu y tus tonterías, y esas idioteces que sólo se que haces los días en que me da por odiarte.

Querer es como estar borracho, sólo verás las consecuencias cuando vuelvas a poner los pies sobre el suelo

8 de febrero de 2009

Ignorar

Y sientes que te hundes, te haces pequeña y sientes el suelo tan cerca de ti, que el olor a asfalto es cada vez más fuerte.

Por una parte te alegras porque sabes que no te ha visto, pero por la otra dudas que es peor no ser visto o ser ignorado, por que tampoco ha echo nada por quererte ver, ni un simple leve movimiento de muñecas para que sepas que su vista todavía no falla.

Sientes como las lágrimas quieren salir fuera de ti, escapar del dolor que te come por dentro, pero sigues sin poder llorar, no puedes expresar ni siquiera llorando tus sentimientos.

Y te plantarías y le darías un bofetazo, entoces daría igual lo que piense entonces, serías la maldita loca que hace tonterías y cosas sin sentido, pero se que él se mueres por hacerte daño, por hacer que toques el suelo, por hacerte besar el suelo delante de él.

Pero por más que se lo repitas, por más que el mundo le diga que ese no es el mejor camino, que va a sufrir, que es un idiota, que duele estar con él, tu continuas sonriendo con cada payasada y sufriendo por cada saludo que no va para ti.

Sientes que ahora mismo necesitas esa sonrisa con esos ojos, que aquel día destacaron, porque esa sonrisa no le gusta hacer sufrir. Esa sonrisa, no es la mejor, pero puedes respirar con ella.


Ahora entiendes que febrero tampoco fue un buen mes

Que es lo que has visto en mi
que me regalas tu verdad
y tu cielo


7 de enero, 7 de febrero...

6 de febrero de 2009

Sombra

No se por que tienes que irte ahora que lo necesitas, ahora que la única cura es está, tienes que huir como los cobardes. Y serás una cobarde como yo hice hace tiempo correr lejos para escaparme del dolor o quizá fuese del miedo, pero corrí por calles que no me acuerdo ya ni de su nombre, giré hacia la derecha por que pensaba que el miedo era el que me perseguia y sólo fue mi sombra.

Y te convertiste en una de ellas, oscuras, sin forma realmente cierta, triste y translúcea.
Vagabundea por las calles buscando alguna persona que quiera ponerse a los rayos del sol, para expandirse, crecer, aparecer en el día para perderse en la noche.

Quiere ser alguien pero no le dejan, quiere quitarse la etiqueta del miedo. Quiere ser de alguien importante, alguien que le guste salir cuando el sol este pegando a los ojos, y que encienda una luz amarillenta por la noche, mientras con una tiza blanca intente dibujarla.

Que más da quien quiere ser porque sea quien sea nadie se fija en ella, solo se fijan de quién la lleva.

4 de febrero de 2009

4 de febrero

No es que no lo hayas oído bien, simplemente tu cabeza no quería oírlo. Pero no te has quedado sólo con el simple "no lo sé" no estaría mal que lo hubieras echo de buena chica, tú te has reído con ganas amargas intentándole decir cuatro cosas entre líneas.
Por su cara sabes que no ha entendido ni tus risas ni las que ha empezado a reír la de mi lado cuando lo he dicho, me trataste como loca, puede que tengas razón, pero no soy única en mi especie. Lo más probable es que le haya pasado lo mismo que a ti, su cerebro no quiere aceptar ciertas palabras.

El mundo es exclavo de su cerebro, a veces muy pequeño otras microscópico. Nos guiamos por corazonadas y actuamos por neuronas solitarias, la gente se empeña en seguir reglas no escritas, y termina por enamorarse del primero que le dedica dos minutos a su corazón.

Y resulta que vivimos en un mundo de cuerdos donde lo más lógico es la locura y el verdadero loco es el que busca encontrarle sentido a la vida.

2 de febrero de 2009

Paraguas naranja

Recuerdas el otro día, lo bien que nos lo pasamos en medio de la calle con mi paraguas, las risas que nos metimos los cuatro, yo mojándome entera y vosotros ayudándome con el maldito paraguas naranja nuevo. Todo el camino nos lo pasamos intentando abrir un paraguas, que maldito regalo de reyes!, uno de mis peores regalos si señor.

Que días aquellos que hasta los días nublados podías acabar con dolor de cara de tanto reír, p¿or qué hoy a sido diferente?, ¡si pasó ayer!, ¿por qué las calles son en blanco y negro si ayer eran en color? No me mires con esos ojos, no me digas que no fue ayer, que los días han pasado y que ya ni siquiera nos vemos los lunes a primera hora, tampoco fue la semana pasada ni siquiera la otra pero mi cabeza hoy lo ha querido recordar como si fuera hoy, tu saludo me a recordado a aquellos tiempos, en que éramos cuatro y éramos felices a nuestra manera, siempre con algo que contar. Pero ahora el tiempo cambió y si queda algo queda uno y un fantasma que no está aquí, que vive más en la conversación de detrás que en la que están hablando.

Un día de estos tenemos que quedar con botes de pintura, por que este mundo no lo puedo dejar en blanco y negro teniendo colores en mis bolsillos, sino mi paraguas desentona demasiado en la monotonía.

Y pondré nuestros nombres en la pared
V, F, E, T, A, N, V, L, B, J, F, R, I, S...