"
Era de las que rompen los puentes con solo cruzarlos
".


29 de marzo de 2008

Un lugar mejor

La lluvia ha vuelto a mi mente como lo haces todas las noches cuando yo estoy dormida.

Recuerdo aquella noche que tiraste piedrecitas a mi ventana, yo pensaba que seria la lluvia ya que hacia varios días que no dejaba de llover pero algo me dijo que no era así, creo que teníamos algún tipo de conexión ¿todavía lo tenemos?

Allí estabas tu con una chaqueta mojada por completo pero con una sonrisa que hacia que todo lo demás no importara, me propusiste que bajara a bañarme contigo, yo me negué, vaya estupidez ir a bañarnos con el frío que hacia y además mis padres me matarían como no me vieran en la cama.

Luego me cambiaste la forma de pregunta me preguntaste si deseaba ira bañarme contigo, me mirabas a los ojos, los recuerdo perfectamente eran marrones como el chocolate con leche, pasaba muchas tardes mirándolos y fijándome en ellos buscando alguna forma de decir todo lo que me hacían sentir unos simples ojos marrones había miles de chicos que tenían los ojos marrones pero no eran igual, no tenían aquella magia que me transmitían los tuyos.

Al fin me sonreíste y salte por mi ventana, no era la primera vez que me escapaba, pero si que eras el primer chico con quien lo hacia, cuantas monedas nos han separado…

Solamente mis pies tocaron el suelo me fui rápidamente a tus deseables brazos, nunca me he sentido tan segura en unos brazos que algunos aseguraban ser unos brazos criminales…

Me diste la mano y corrimos fuera del terreno donde vivía saltamos varios charcos y creo que en uno me resbale, si, me resbale y ensucie mi vestido que al día siguiente Marie me pregunto donde me había manchado.

Llegamos al parque y nos escondimos, si alguien nos veía y llamaba a la policía te hubiera llevado a la cárcel o quizá a un sitio peor acusado de no se cuantas cosas que tu no has hecho y por supuesto muchas de ellas serian abusos sobre mi.

Me acerque hacia ti… mi cabellera roja estaba toda mojada y algunos mechones caían sobre mis pechos mojándoles un poco mas y dándole un poco de sensualidad… intente besarte pero me negaste y solo pude darte un beso en la comisura. Cuantos besos me robaron…

No lo entendía, con solo quince años y no entendía por que dos personas no se podían querer mientras que millones se podían casar y tener hijos solo por dinero y no ser rechazadas por su padre o a veces toda su familia. Cuantos niños no pudimos tener…

Volvimos a mi casa y me llamaste princesa, yo te dije que ninguna princesa tenia el cabello rojo, me sonreíste y te fuiste diciéndome que mi cabello era rojo a causa de las miles de rosas rojas que hicieron una princesa tan preciosa como yo. Cuantas noches que teníamos para hacer el amor no nos dieron…

Pero mi felicidad solo duro un año más a los dieciséis años moriste por causas extrañas según la policía, pero yo se que no era asi, mi padre se entero que estabas conmigo y mando matarte. Cuantas sonrisas me quitaron…

Ahora con veinte años casada con un hombre que no se como se llama, con un niño de dos años y con gemelos de camino, solo cuento el tiempo que me falta para irme contigo para irme al lugar donde estas tu, ese lugar donde seguramente podremos ser felices. Este es mi quinto intento de suicidio espero que en este nadie venga a por mi

1 de marzo de 2008

Cruda realidad

Otra vez sin primera entrada. Aquí pondré los relatos que me vayan viniendo a la mente, ya que cerrados en una caja no sirven para nada


Esta contenta y a la vez tan triste. A pasado un año más, eso significa que va a tener que esperar uno menos. "Por lo menos no le ha tocado celebrarlo con copas de alcohol" pero a brindado sola con un vaso lleno de cola, y a brindado por lo que prometió por que lo deseaba.

Pensaba que la fiesta hubiera sido peor de lo que fue pero a tenido suerte de no ser así.

En cada instante no a dejado de pensar que en cualquier momento llegarías, y le daba igual con que, le daba igual si aparecieras con chanclas, con un disfraz, o con el pijama que llevabas puesto el día que me marché sin despedirme.

Pero también sabia que no era así, sabia que no llegarías, simplemente por que nunca exististe.

Pasan horas y horas y esta mas acurrucada que al principio, estaba en silencio disfrutando de este, pero su magia se rompe al oír un chillido que la devuelve a la realidad, donde cada noche sueña que un día desaparecerá de ella