"
Era de las que rompen los puentes con solo cruzarlos
".


26 de abril de 2012

Tenía razón, él no sabía nada de mí.

No hay nada más provocativo que ver a una mujer bebiendo cerveza. Fue una de sus primeras frases. Yo tambien lo pensaba, así que le di otro trago a aquel líquido que contenía el vidrio verde. Sonreí. Sabía que nos estaba mirando, desde lejos, quizás un poco molesto, quizás sin saber como actuar. No hay nada peor que hacerle ver a un niño que realmente lo que está a su alrededor no le pertenece, que lo que le envuelve también tiene vida propia.

Me acerqué todavía más hacia él, era la primera noche que salía por aquél lugar con aquella gente. Había bebido, quizás demasiado porque hoy no me acuerdo de muchas cosas, tal vez lo suficiente. Una mirada cómplice se cruzó entre nosotros y supe que aquella noche no iba a dormir en mi cama. Ya la tenía muy vista, muy oída, muy tocada... muy yo (muy tú).

-Conozco algo más provocativo que una mujer bebiendo cerveza.- Se lo dije en voz baja aunque lo suficientemente potente para oírme en medio de aquel jaleo.

De nuevo, repetí el ritual de sonrisa y beber, esta vez miraba al frente, como quien la cosa no va con él. Yo solía mostrar mis cartas y luego marcharme como si no hubiera pasado nada. Tenía una buena sonrisa, un buen cuerpo y bastante chulería, era la persona perfecta para no enamorarse de ella. Exactamente lo que quería. ¿Te besé?, ¿me besaste?, quién sabe, lo único que sé es que no quería verle. No quería verle hasta que su mirada se cruzó con la mía diciéndome que realmente no me conocía. Tenía razón, él no sabía nada de mí.