"
Era de las que rompen los puentes con solo cruzarlos
".


12 de agosto de 2010

Se había comido, literalmente

Joel estaba apoyado al lado de la puerta principal dándole la ultima calada al cigarrillo. Si por él hubiera sido aquella tarde se hubiera quedado en casa terminando el maldito trabajo que le había pedido la profesora de filosofía para septiembre. Dani le dio un puñetazo en el hombro el cual Joel respondió con una mirada rotunda.

Caminábamos a una velocidad tranquila sin prisas, pero notaba como cada vez tenía la mirada más puesta en mi. Todo el mundo me lanzaba miradas y hay quienes se miraban los unos a los otros y empezaban a cuchichear. Los odiaba. Los odiaba de una intensidad tan grande como me odiaba. Sólo hacía un año que no había ido allí, se suponía que si me iba me podría recuperar. A lo lejos un chico con ojos marrones me miraba intentando adivinar mi nombre.

No podía ser ella. Aquella muchachita tan triste no podía ser la Anita que yo conocía. Su risa había desaparecido por dos sombras moradas debajo de los ojos, su cuerpo realmente demacrado daba pavor con solo verlo. Mi mirada se entristeció al ver aquel cadáver andante en cambio aunque mis pies querían quedarse quietos mi mente les ordenó ir hasta ella.


Sentí como analizaba cada una de mis palabras y como cada pregunta que me decía inconscientemente terminaba con un ¿como has terminado así? Sabía que estaba emocionado al verme, era el único que todavía intentaba que contestase a sus llamadas después de dos años. No tardó mucho en irse, en realidad no había nada que contar ahora que ya lo había entendido todo. Pero no se fue sin antes acariciarme la mejilla como si me tuviera que esfumar, como si en realidad se estuviera despidiendo de un cadáver. Y por primera vez tuve ganas de invitarle a cenar.

Aquella Anita había desaparecido, para ser más exactos ella misma se había comido.

4 comentarios:

Clara ♥ dijo...

precioso texto. :)

~Valeria Fluorescent. dijo...

Anita no se da cuenta de lo que se está perdiendo de la vida. ¡Ánimo!
Un beso con ojeras.

Calypso dijo...

Qué forma tan bonita de expresar algo tan horrible. Genial,de veras.

Un abrazo! =)

T. dijo...

Nunca hay que perder la escencia de lo que uno es realmente, pese a las circunstancias en las que nos encontremos.