
Al contrario que los Nix estaban los Calîgo ésta gente sólo salía de noche. Yo no solía reunirme mucho con ellos sus rostros me daban miedo aunque tuvieran el corazón más caliente de todos los que estábamos allí. Tenían ojos de gato y el pelo era rojo, corto y con cada mechón señalando una dirección. Vestían con pieles de cualquier animal que encontraran y como los primitivos llevaban tótems colgados de su cuello. Eran los más salvajes de allí ya que al cazar iban en grupo hasta el fondo del mar allí revolvían lo todo hasta encontrar alguna orca de grandes dimensiones, luego pasaban varios meses antes de volver a comer. Cuando andaban por tierra siempre iban acompañados de lobos, los trataban como si uno más fuera entre ellos. Una vez me rompí la pierna derecha y fui a su cueva de hielo, ya que ellos poseían los mejores remedios y tenían buenos curanderos como Lupus, al que nunca se me ocurrió mirar a la cara. Su rostro aparentemente joven tenía 67 años cuando le conocí, la parte izquierda de cara carecía de mejilla, una orca más salvaje de lo normal le dio un aletazo y lo estampó contra unas rocas que había, hay quienes dicen que como pensaban que había muerto lo dejaron allí y días después lo vieron volver a casa. Ese día vi que también se podían comunicar con los lobos, aunque mantenían unas cortas conversaciones.
Ya ves que allá es todo diferente, aún así yo siempre preferí el polo sur porque allí el frío no lo es todo. Allí es donde nací, donde crecí y donde me escapé. Allí nada es tan salvaje y lo único frío que dejé allí es mi corazón y al parecer alguien se lo está llevando al lado del fuego.
La Amante Bipolar
3 comentarios:
wau! com mola la entra!!
esta super xula, en serio!
m'agrada molt...
aixina que naixcuda en el polo sur eee, no sera en el cercle polar?? juas juas no se, va pegat per ahi
ale boniqueta, que estic en una conversa interesant en el PRV...
adios!!
Creo que he estado contigo en el Polo Norte, mientras leía.
Me ha encantando...
es como si hubiera estado en una nube.
Un besazo!
Publicar un comentario