Blanca salió de la librería con un nuevo libro de poesía en la mano.
Al bajar por aquellas escaleras cogió el metro dirección a casa. Mientras trancurrian sus dos horas de viaje empezó a leerse el primer poema del poemario.
Del primero pasó al segundo y del segundo pasó una hora después.
Una mirada observadora siguió toda su atenta lectura en silencio, apreciando que la poesía a veces llega a ser más exacta que las matemáticas
Sin esperar otra hora más, temeroso de que se baje antes a su parada le pregunta si el libro se lo regalaron ayer. Blanca, sorprendida con una sonrisa dulce e inocente le contesta que más que un regalo es un autoregalo. Empiezan a compartir poemas, a criticar el libro dejándolo como el mejor de estos últimos meses, de allí pasan a un par de refrescos de verano en una calle conocida de Barcelona, donde el se encuentra una linda rosa amarilla que la cuelga el su pelo y le hace florecer su cara.
Puede que encontrasen su media naranja, y puede que ese fuera el verdadero regalo de Sant Jordi.
Al bajar por aquellas escaleras cogió el metro dirección a casa. Mientras trancurrian sus dos horas de viaje empezó a leerse el primer poema del poemario.
Del primero pasó al segundo y del segundo pasó una hora después.
Una mirada observadora siguió toda su atenta lectura en silencio, apreciando que la poesía a veces llega a ser más exacta que las matemáticas
Sin esperar otra hora más, temeroso de que se baje antes a su parada le pregunta si el libro se lo regalaron ayer. Blanca, sorprendida con una sonrisa dulce e inocente le contesta que más que un regalo es un autoregalo. Empiezan a compartir poemas, a criticar el libro dejándolo como el mejor de estos últimos meses, de allí pasan a un par de refrescos de verano en una calle conocida de Barcelona, donde el se encuentra una linda rosa amarilla que la cuelga el su pelo y le hace florecer su cara.
Puede que encontrasen su media naranja, y puede que ese fuera el verdadero regalo de Sant Jordi.
11 comentarios:
"apreciando que la poesía a veces llega a ser más exacta que las matemáticas"
la parte con la qe me identifique fue esa
Saluudoos angeLa :D
todo puede ser.... :)
Y en Sant Jordi los milagros pasan.
Tl vez fuera el libro, o los refrescos,
o tal vez las rosas.
O quizás, simplemente el milagro
fue conocerse el uno al otro :)
Nunca me regalaron un libro por San Jorge. Tendré yo que regalar rosas a ver si cae.... no?
Saludos!
Que bonita entrada, me encanta lo del autoregalo de un libro y la última frase. Un saludo.
qe lindo comprar libros de poesia.
miradas que no se quedan sólo observando...dónde se consiguen?...bss =)
Y así es como se unen las personas, con un gusto parecido y echando valor para preguntar.
Preciosa escena...sólo la poesía es capaz de crear cosas así.
Regalos inesperados en el dia de St.Jordi. No hay nada mejor que eso.
Jo, me hagut de autoregalar els llibres, pero no he tingut la sort de la Blanca...
:D
Quién sabe lo que puede unir un libro, ¿no?
Un besito!!!!!
P.D: Me suena la foto de la mariquita de cabecera :P
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