Yo sabía que eran ellos, se sentía a mis dos kilómetros de distancia lo que había entre ellos dos era pura magia, fue como si los conociera desde siempre, como si cada mañana me despertara a desayunar con ellos dos. No tardé ni dos segundos en exclamar "¡Mira!, son ellos".
Y allí estaba ella como siempre, con metro de altura y caperuza roja dejando mostrar sus bucles marrones y luminosos. Él como siempre encantador, quizá más seductor que la última vez, pero el mismo pelaje oscuro.
Sabía lo que hacían allí, escapaban de los mitos, querían vivir su propio cuento y les dio por cruzar el océano hasta aquí.
Quise sacarles una foto, un recuerdo, aquello era como cualquier otro cuento suyo, pero este lo podías sentir más de cerca, podías sentir las risas jóvenes y valientes de ella y los aullidos enamorados de él, demasiado bonito para estropearlo con una foto y se descubra su secreto.
Y allí estaba ella como siempre, con metro de altura y caperuza roja dejando mostrar sus bucles marrones y luminosos. Él como siempre encantador, quizá más seductor que la última vez, pero el mismo pelaje oscuro.
Sabía lo que hacían allí, escapaban de los mitos, querían vivir su propio cuento y les dio por cruzar el océano hasta aquí.
Quise sacarles una foto, un recuerdo, aquello era como cualquier otro cuento suyo, pero este lo podías sentir más de cerca, podías sentir las risas jóvenes y valientes de ella y los aullidos enamorados de él, demasiado bonito para estropearlo con una foto y se descubra su secreto.
10 comentarios:
Caperucita tenía derecho a contar su historia de amor con el lobo, lejos de cuentos infantiles y gente que los señalaran con el dedo.
Besos.
Yo vivo enamorada de un lobo feroz...asi que me parece perfecto que quieran vivir su propio cuento..de momento mi lobo no sabe aun que puedo ser su caperucita...Besos!
Hizo bien en contar su historia de amor. Todo el mundo debería hacerlo :)
hoy estuve pensando en algo parecido...es muy lindo encontrar esto por acá...me encantó!!..;)
Cuentos que rompen moldes, vidas que dejan huella...que cada uno viva su propia historia....que el día ya comenzó!
Un abrazo!!
no hay amores imposibles
un beso niña
El viernes fue carnaval aquí y me disfracé de Caperucita,si en vez de bucles marrones hubieras puesto rubios me hubiese creído que hablabas de nosotros :):):):) me encanta
¿Quién dijo que los lobos eran malos?
Tienes un premio en mi blog, pásate a recogerlo...
Un fuerte saludo!!!
wow!
han premiado a tu blog en el mio :P
Precioso, Ángela!!!!
Besitos!!!!
Publicar un comentario