Lo demás no existe

Hablamos quizá mas que en todas nuestras vidas y tu y yo sabemos por que es. Los dos tenemos el mismo miedo de empezar a hablar de ese tema, el que me a inundado de lagrimas mi cara y a mojado mi almohada.

Te conozco igual de bien que tu me conoces hasta llevamos la misma careta dura y fría, que a veces sin querer se nos cae. No es justo los dos lo sabemos y bien sabes que te lo advertí aunque eso que mas da.
Me dejas a pocos metros del instituto, cojo aire y bajo del coche. Busco con la mirada su rostro intentando buscar esa sonrisa que me saca de mis pensamientos, la que se me olvida incluso respirar. Por que eso es lo que necesito hoy olvidar y pensar que estoy en una pesadilla y en cualquier momento despertaré.

Me miras y me sonríes, unas cuantas palabras, un gesto tímido, y cuatro palabras mal dichas. Vuélveme a contar esa historia que me contaste, vuelve a hacerme sentir como si todo lo demás no existiera.