La dependienta nos mira sonriendo. Tiene razón, parecemos otra estúpida pareja de enamorados que cada uno quiere pagar lo del otro. La chica sonríe devolviéndome el cambio mientras tu me metes los cinco euros en el monedero.Salimos dándonos codazos y con mi sonrisa tonta. Tu mano apretuja la mía llevándonos a la tienda de al lado llena de perfumes que ni tu ni yo tenemos el suficiente dinero para comprar el bote más pequeño y barato. Entras sinvergüenza, como si tu solo pudieras comerte el mundo y en realidad solo comes el pan duro de ayer. Me empujas a acompañarte a llenarnos de aromas diferentes que acabamos mezclandose y oliendo peor que la colonia de mi abuena.
Te doy un tirón a la camisa para que nos vayamos de allí con mi cara de ángel, que bien conoces, y tu sonrisa caprichosa que tanto deseo.
-Serás miedica- me insinuas al oído
- Serás...
Te doy un tirón a la camisa para que nos vayamos de allí con mi cara de ángel, que bien conoces, y tu sonrisa caprichosa que tanto deseo.
-Serás miedica- me insinuas al oído
- Serás...
... mi Romeo
4 comentarios:
Adoro esas escenas que demuestran que el amor,mientras dura,es dulce
Cuanto me han sonado esas sonrisas y esa intención de no dejar pagar, jaja. Que bonito es el amor ^^
unBesote
Entre la musica y esas palabras te aseguro que cualquier dia me pongo a llorar y no paro.
Se nota que le echas de menos eeee:) Ese querido romeo.
Un besazo wapisima.
Que bocado tan dulce me has echo con ese texto, y con ese final. Que bonito:)
unbeso, feliz año nuevo!
Publicar un comentario